EMadrid, 2 oct (EFE).- Un grupo de científicos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha logrado identificar un tipo específico de células que favorecen la propagación del cáncer en el cerebro, dificultando la eficacia de los tratamientos de inmunoterapia. Además, están probando una posible solución para inhibir su acción.
Este descubrimiento, publicado en la revista Cancer Discovery de la Asociación Estadounidense para la Investigación del Cáncer, arroja luz sobre por qué la inmunoterapia no funciona en algunos casos de metástasis cerebral. Este avance abre nuevas posibilidades para mejorar la efectividad de estos tratamientos en el futuro.
El cáncer logra expandirse en el cerebro cuando las células tumorales logran evadir al sistema inmunológico, impidiendo que éste ataque de manera efectiva. En este contexto, los tratamientos de inmunoterapia buscan contrarrestar ese bloqueo del sistema inmune, aunque, lamentablemente, en muchos casos no logran ser del todo eficaces.
Según explica Manuel Valiente, jefe del grupo de Metástasis Cerebral del CNIO y uno de los autores principales del estudio, “los pacientes con metástasis cerebral avanzada, es decir, aquellos que ya presentan síntomas, no responden bien a la inmunoterapia. Además, estamos observando cada vez más que pacientes que en principio sí respondían bien a estos tratamientos, recaen, y muchas veces es debido a nuevas metástasis en el cerebro”.
Células que protegen el cáncer
La investigación del CNIO señala que el origen de este problema reside en la barrera hematoencefálica, que se encarga de filtrar la sangre que ingresa al cerebro, pero que también obstaculiza la entrada de los anticuerpos utilizados en inmunoterapia, lo que reduce la efectividad del tratamiento.
El equipo ha identificado un tipo de células cerebrales, denominadas astrocitos, que favorecen el crecimiento tumoral al interferir con el sistema inmunológico, impidiendo que este elimine las células cancerígenas. Neibla Priego, investigadora del CNIO y coautora del estudio, señala que “los astrocitos pro-tumorales producen una molécula llamada TIMP1 que neutraliza las células defensivas encargadas de combatir el cáncer”.
Valiente también subraya que “hasta ahora, los astrocitos no habían sido considerados inmunomoduladores, ni en estudios generales, ni en relación con los tumores cerebrales. Nuestro trabajo no solo es innovador desde el punto de vista clínico, sino también en el avance del conocimiento científico”.
El estudio ha demostrado que la molécula TIMP1 afecta directamente la capacidad del sistema inmune para combatir las células tumorales, lo que hace que estas sean más difíciles de eliminar. El equipo propone que TIMP1 sea utilizado como biomarcador para identificar casos de metástasis cerebral afectados por este mecanismo de inmunosupresión. Según la investigadora, “TIMP1 es un buen biomarcador porque los pacientes con metástasis cerebral segregan esta molécula en concentraciones mucho más altas en el líquido cefalorraquídeo”.
Un fármaco prometedor
Frente a esta situación, los investigadores han propuesto un medicamento llamado silibinina, un fármaco que hasta ahora ha sido utilizado para otras indicaciones, pero que ha mostrado potencial para inhibir la producción de la molécula TIMP1 en los astrocitos. “Actualmente ya está en marcha un ensayo clínico para evaluar su eficacia terapéutica en casos de metástasis cerebral. Esperamos contar con resultados para 2025”, comenta Valiente.
El objetivo del equipo del CNIO es combinar la inhibición de TIMP1 con la inmunoterapia convencional, lo que, según el investigador, “podría potenciar la efectividad del tratamiento y facilitar su inclusión en los protocolos clínicos de atención a los pacientes”.